Capítulo 4 de LA DESHONRA DEL GUERRERO
Cuarto capítulo de mi novela. 4 La noche siguiente, cuando ya era considerado un ninja profesional, a Raiko le tocó el turno de hacer guardia. Su primera guardia nocturna. Se sentó en solitario junto al tronco de un arce, desde donde podía vigilar un sendero del bosque, pero no tardó mucho en distraerse. Volvió a reflexionar sobre lo que haría si se encontraba con la emperatriz, la que se suponía que era su enemiga. Los ninja querrían que la matase en cuanto tuviera la posibilidad, lo que quizá acabaría no sólo con su gobierno, sino también con la guerra. Pero era de su sangre, aunque fuese solamente a medias. Aunque ya no le interesaba tanto como hacía años volver a ser miembro de la familia imperial –pues se sentía muy bien en compañía de los guerreros–, quería tener al menos la oportunidad de hablar con Oyuki, de decirle que no fue él quien mató a su padre, y quizá disolver al menos la enemistad que pudiese haber entre ellos en aquel momen...